Mareos, equilibrio y caídas durante los brotes de fibromialgia

Por Adrienne Dellwo

En la fibromialgia, los mareos, la falta de equilibrio y las caídas son quejas comunes. Para algunas personas, son una molestia menor que surge en ocasiones. En otros, pueden ser muy debilitantes y provocar lesiones habituales.

Las caídas, y especialmente las caídas frecuentes, son un problema grave. Lo último que necesita cuando ya tiene un dolor constante es lastimarse todo el tiempo. Las caídas frecuentes o los problemas de equilibrio también pueden provocar miedo a caerse.

Ese miedo puede, a su vez, hacer que tenga miedo de permanecer activo, incluso dentro de sus límites. Según un estudio de  Clinical Rheumatology, el  73 por ciento de las personas con fibromialgia tienen miedo a la actividad física y casi el 75 por ciento tienen problemas de equilibrio.

Las caídas son menos un síntoma y más una consecuencia de los síntomas de mareos y falta de equilibrio. En esta condición, las caídas y los problemas de equilibrio también pueden estar relacionados con cambios en la forma en que caminamos.

Entonces, ¿por qué la fibromialgia implica estos problemas? ¿Y qué podemos hacer con ellos?

Fibromialgia y mareos

En la fibromialgia, los mareos aparecen con mayor frecuencia cuando se pone de pie por primera vez. Es similar a la sensación de un “arrebato de cabeza” cuando se pone de pie demasiado rápido, solo que puede suceder cada vez que pasa de estar acostado o sentado a estar de pie. La aparición repentina de mareos puede hacer que se tambalee, se tambalee o incluso que se caiga o se desmaye.

Los mareos y los desmayos en esta afección pueden estar vinculados a un subgrupo en particular, según un estudio de 2017 publicado en el  European Journal of Pain .

Además de los mareos y los desmayos, este subgrupo también tuvo los niveles más altos de dolor, así como una variedad de síntomas y afecciones superpuestas, que incluyen disfunción cognitiva (“fibro niebla”), vejiga irritable, vulvodinia y síndrome de piernas inquietas.

La investigación sugiere que este síntoma se debe a una disfunción del sistema nervioso autónomo (SNA), que se denomina disautonomía.

El ANS está involucrado con muchas funciones críticas en su cuerpo, incluida la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la frecuencia respiratoria, la temperatura corporal, el metabolismo y la digestión.

El mareo resultante de la disautonomía se puede denominar intolerancia ortostática, hipotensión mediada neuronalmente o síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS). Básicamente, estas cosas significan que el corazón y el cerebro no se comunican correctamente entre sí.

Lo que debería suceder es que cuando se pone de pie desde una posición acostada o sentada, el ANS aumenta su presión arterial para combatir la gravedad y mantener un suministro suficiente de sangre en su cerebro. Con la disautonomía, esto no sucede como debería. En cambio, la presión arterial puede bajar cuando se pone de pie y el resultado es mareos o aturdimiento. En POTS, la frecuencia cardíaca se acelera a medida que desciende la presión arterial.

El mareo puede estar asociado con palpitaciones del corazón, visión borrosa, aumento de la frecuencia del pulso, dolor en el pecho y un tipo de desmayo llamado síncope vasovagal.

Sin embargo, no todas las personas con mareos relacionados con la fibromialgia se desmayan. En un estudio de 2008, los investigadores dicen que los mareos y las palpitaciones eran más comunes que los desmayos. También dicen que POTS fue uno de los síntomas de fibromialgia más comunes que observaron durante las pruebas de mesa inclinada, que miden su respuesta a los cambios de posición.

Problemas de equilibrio y marcha en la fibromialgia

Además de la posibilidad de caídas, la investigación sugiere que las personas con fibromialgia caminan de manera diferente a las personas sanas. Un estudio de 2009 encontró que alrededor del 28 por ciento de las personas con esta enfermedad tienen una forma de andar anormal.

En un estudio de 2017 sobre el rendimiento funcional, los investigadores dijeron que la marcha y el equilibrio estaban gravemente afectados en esta condición. Las diferencias incluyeron:

  • longitud de zancada significativamente más corta
  • Paso lento
  • la forma en que el cuerpo se balancea al caminar

Los investigadores notaron que las diferencias en la marcha y el equilibrio eran peores en las personas que tenían más dolor, rigidez, fatiga, ansiedad y depresión.

Recomendaron que los médicos evaluaran la marcha y la postura de sus pacientes con fibromialgia para encontrar el mejor tipo de rehabilitación y prevención de caídas para ellos.

Este estudio es parte de un creciente cuerpo de literatura científica que demuestra problemas de equilibrio y marcha en esta condición que pueden provocar caídas. Aún así, la evaluación y el tratamiento de estos síntomas pueden no ser una prioridad para su médico. Si le preocupan, asegúrese de mencionarlos en su próxima cita.

Aliviar los mareos y el riesgo de caídas en la fibromialgia

Cuanto más éxito tenga en el tratamiento de la fibromialgia, menos problemas deberían ser estos síntomas. Sin embargo, si necesitan más atención o no ha podido encontrar tratamientos efectivos para la fibromialgia, tiene varias opciones.

Para los mareos por POTS, hipotensión ortostática o hipotensión mediada por los nervios, su médico puede recomendarle medicamentos que ayuden. Estos pueden incluir ISRS / IRSN, benzodiazepinas y betabloqueantes. Algunos de estos medicamentos también pueden ayudar a aliviar otros síntomas de la fibromialgia; los ISRS y los IRSN se recetan comúnmente para esta enfermedad. Su médico también puede recomendar cambios en el estilo de vida.

Si fuma, una investigación publicada en la revista reumatológica  Joint, Bone, Spine sugiere que dejar de fumar puede ayudar a aliviar los desmayos y varios otros síntomas de la fibromialgia.

En lo que respecta al equilibrio y la marcha, la fisioterapia es un tratamiento habitual. También puede preguntarle a su médico si algo como yoga, tai chi o qigong es seguro para usted.

Hasta que encuentre formas de mejorar estos síntomas, conviene tener cuidado. Los dispositivos de asistencia, como un bastón o un andador, pueden ayudarlo a mantenerse en pie. Los ejercicios sentados pueden ser la opción más segura y ciertamente son una mejor opción que estar menos activo de lo que puede ser.

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