Se me olvidan las cosas, tengo despistes y la mente embotada

La pérdida de memoria, incapacidad para concentrarse, despites, olvidos, pensamiento lento o “fibroniebla” (este término se usa para describir al embotamiento mental que refieren las personas con fibromialgia) forman parte de lo que se conoce como alteraciones de la esfera cognitiva.

En las personas con fibromialgia son muy frecuentes y les limita la vida diaria, en el trabajo, en su vida social y en general en cualquiera de sus actividades produciendo un sentimiento de inferioridad y torpeza en su relación con los demás. Además, preocupa especialmente hasta dónde pueden llegar estas alteraciones cognitivas y muchas pacientes preguntan si puede terminar en un cuadro de demencia.

Existen varios mecanismos que explican estas alteraciones. El primero es la propia naturaleza de la fibromialgia que como sabemos es una enfermedad con múltiples síntomas que reclaman constantemente la atención del enfermo. Esta preocupación junto con la carga emocional asociada que tiene  y la deficiente regulación emocional que existe en estas personas, interfieren sobre cualquier actividad que desee realizar el paciente produciendo así las alteraciones cognitivas.

El estrés, la ansiedad y los síntomas depresivos, por la carga emocional tan importante que conllevan, son los que mayor interferencia producen y se sabe que están muy relacionados con las alteraciones de la esfera cognitiva. 

Por último, la medicación está claramente ligada con esto, especialmente los fármacos opioides, benzodiacepinas, relajantes, inductores del sueño antihistamínicos y anticonvulsivantes; es decir, cualquier fármaco que actúe sobre sistema nervioso.Las dosis altas y la suma total de fármacos que toma el paciente son aspectos relacionados claramente con las alteraciones cognitivas. Por ejemplo, con el uso de benzodiacepinas e hipnóticos (lorazepam, lormetazepam, diazepam, alprazolam, zolpidem, etc.), se ha visto que las alteraciones cognitivas guardan una estrecha relación con el tiempo que se llevan tomando. Esta relación llega hasta el extremo de que en los pacientes con demencia y Alzheimer se ha podido comprobar un consumo importante de estos fármacos en los años previos.

Afortunadamente, cuando se suspenden a tiempo estos fármacos se produce una recuperación de las funciones cognitivas hasta volver a la normalidad, aunque hay que tener en cuenta que no es inmediato y se necesitan varios meses para conseguirlo.

Existen varios cuestionarios que permiten valorar el deterioro cognitivo de una persona pero no son muy precisos a la hora de cuantificar la gravedad del problema. En muchos pacientes, es tan evidente el deterioro cognitivo que salta a la vista en la conversación que mantenemos mientras cuentan qué les ocurre. La mayoría de las veces no es necesario siquiera recurrir a estos cuestionarios, basta con escuchar el relato del paciente.

No existe una única medida para solucionar este tipo de problema y menos todavía un fármaco. El ejerciciofísico regular, las terapias cognitivas conductualescomo las técnicas de relajación o el control de la ansiedad y, sobretodo, la supresión de los fármacosmencionados antes, son las únicas medidas terapéuticas que sabemos que mejoran las alteraciones de la esfera cognitiva.

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