Mareos, equilibrio y caídas durante brotes de fibromialgia

En la fibromialgia, los mareos, la falta de equilibrio y las caídas son quejas comunes. Para algunas personas, son una molestia menor que surge de vez en cuando. En otros, pueden ser severamente debilitantes y provocar lesiones regulares.

Caerse, y especialmente caerse con frecuencia, es un problema serio. Lo último que necesitas cuando ya tienes un dolor constante es lastimarte todo el tiempo. Las caídas frecuentes o los problemas de equilibrio también pueden generar miedo a las caídas.

Ese miedo puede, a su vez, hacer que tengas miedo de permanecer activo, incluso dentro de tus límites. Según un estudio de  Clinical Rheumatology, el  73 % de las personas con fibromialgia tienen miedo a la actividad física y casi el 75 % tienen problemas de equilibrio.

La caída es menos un síntoma y más una consecuencia de los síntomas de mareos y falta de equilibrio. En esta condición, las caídas y los problemas de equilibrio también pueden estar relacionados con cambios en la forma de caminar.

Entonces, ¿por qué la fibromialgia implica estos problemas? ¿Y qué podemos hacer con ellos?

Fibromialgia y Mareos

En la fibromialgia, los mareos aparecen con mayor frecuencia cuando se pone de pie por primera vez. Es similar a la sensación de “golpe de cabeza” cuando se pone de pie demasiado rápido, solo que puede ocurrir cada vez que pasa de estar acostado o sentado a ponerse de pie. La aparición repentina de mareos puede hacer que se tambalee, se tambalee o incluso que se caiga o se desmaye.

Los mareos y los desmayos en esta condición pueden estar vinculados a un subgrupo particular, según un estudio de 2017 publicado en el  European Journal of Pain .

Además de mareos y desmayos, este subgrupo también tenía los niveles más altos de dolor, así como una variedad de síntomas y condiciones superpuestas que incluyen disfunción cognitiva (“fibroniebla”), vejiga irritable, vulvodinia y síndrome de piernas inquietas.

Las investigaciones sugieren que este síntoma se debe a una disfunción del sistema nervioso autónomo (SNA), que se denomina disautonomía.

El SNA participa en muchas funciones críticas del cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la frecuencia respiratoria, la temperatura corporal, el metabolismo y la digestión.

Los mareos resultantes de la disautonomía pueden denominarse intolerancia ortostática, hipotensión mediada neuralmente o síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS). Esencialmente, estas cosas significan que el corazón y el cerebro no se comunican correctamente entre sí.

Lo que debería suceder es que cuando te levantas de una posición acostada o sentada, el ANS aumenta tu presión arterial para combatir la gravedad y mantener un suministro suficiente de sangre en tu cerebro. Con la disautonomía, esto no sucede como debería. En cambio, la presión arterial en realidad puede caer cuando te pones de pie, y el resultado es mareo o aturdimiento. En POTS, la frecuencia cardíaca se acelera a medida que baja la presión arterial.

Los mareos pueden estar asociados con palpitaciones del corazón, visión borrosa, aumento del pulso, dolor en el pecho y un tipo de desmayo llamado síncope vasovagal.

Sin embargo, no todas las personas con mareos relacionados con la fibromialgia se desmayan. En un estudio de 2008, los investigadores dicen que los mareos y las palpitaciones eran más comunes que los desmayos. También dicen que POTS fue uno de los síntomas de fibromialgia más comunes que observaron durante las pruebas de mesa basculante, que miden su respuesta a los cambios de posición.

Problemas de equilibrio y marcha en la fibromialgia

Además de la posibilidad de caídas, la investigación sugiere que las personas con fibromialgia caminan de manera diferente a las personas sanas. Un estudio de 2009 encontró que alrededor del 28 por ciento de las personas con esta enfermedad tienen una forma de andar anormal.

En un estudio de 2017 sobre el rendimiento funcional, los investigadores dijeron que la marcha y el equilibrio se vieron gravemente afectados en esta condición. Las diferencias incluyen:

  • longitud de zancada significativamente más corta
  • Paso lento
  • la forma en que el cuerpo se balancea al caminar

Los investigadores notaron que las diferencias en la marcha y el equilibrio eran peores en las personas que tenían más dolor, rigidez, fatiga, ansiedad y depresión.

Recomendaron que los médicos evalúen la marcha y la postura de sus pacientes con fibromialgia para encontrar el mejor tipo de rehabilitación y prevención de caídas para ellos.

Este estudio es parte de un creciente cuerpo de literatura científica que demuestra problemas de equilibrio y marcha en esta condición que pueden conducir a caídas. Aún así, evaluar y tratar estos síntomas puede no ser una alta prioridad para su médico. Si le preocupan, asegúrese de mencionarlas en su próxima cita.

Aliviar los mareos y el riesgo de caídas en la fibromialgia

Cuanto más éxito tenga en el tratamiento de su fibromialgia, menos estos síntomas deberían ser un problema. Sin embargo, si necesitan más atención o no ha podido encontrar tratamientos efectivos para la fibromialgia, tiene varias opciones.

Para los mareos por POTS, hipotensión ortostática o hipotensión mediada neuralmente, su médico puede recomendarle medicamentos que ayuden. Estos pueden incluir ISRS/IRSN, benzodiacepinas y bloqueadores beta. Algunos de estos medicamentos también pueden ayudar a aliviar otros síntomas de la fibromialgia: los ISRS y los IRSN se prescriben comúnmente para esta enfermedad. Su médico también puede recomendar cambios en el estilo de vida.

Si fuma, la investigación publicada en la revista reumatológica  Joint, Bone, Spine sugiere que dejar de fumar puede ayudar a aliviar los desmayos y varios otros síntomas de la fibromialgia.

Cuando se trata de equilibrio y marcha, la fisioterapia es un tratamiento común. También puede preguntarle a su médico si algo como el yoga, el tai chi o el qigong es seguro para usted.

Hasta que encuentre formas de mejorar estos síntomas, vale la pena tener cuidado. Los dispositivos de asistencia, como un bastón o un andador, pueden ayudarlo a mantenerse de pie. Los ejercicios sentado pueden ser la opción más segura y, sin duda, son una mejor opción que estar menos activo de lo que puede ser.

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